Comentarios a las imágenes


Este blog pretende ser una suerte de catequesis virtual dirigida a cualquier navegante que desee saber más sobre el enorme tesoro de espiritualidad que alberga la Iglesia Católica.

En ese sentido las imágenes que he seleccionado para las entradas han sido selecionadas para transmitir un mensaje complementario al texto. Pero dado que ese sentido puede permanecer oculto para un visitante menos formado, trataré de reseñar el significado de las imágenes al final de cada entrada cuando ello me parezca relevante.

Dejo aquí los comentarios de esas imágenes y los inserto también en sus correspondientes entradas.

Imagen de la entrada "PRESENTACIÓN": Esta fotografía recoge en un bonito encuadre del monumento al peregrino que se alza frente al Hospital de San Marcos de León (hoy Parador Nacional de Turismo) en el Camino de Santiago. El peregrino se halla sentado bajo una cruz de piedra y parece contemplar la magnífica fachada plateresca del Hospital. Sin embargo si nos acercamos veremos que su rostro muestra sus ojos cerrados en señal de profunda meditación. Esta imagen tiene muchas lecturas. Para mí es una imagen muy cercana y que me remite a todo lo que conforma mi identidad. Soy católico, español y tengo una fuerte vinculación con Galicia (mi madre es gallega y he vivido allí muchos años). También he sido peregrino a Santiago. Católico quiere decir "universal" y no encontré nada que mejor reflejase esa realidad que las peregrinaciones a Compostela en la época en que Europa se identificaba más con el concepto de Cristiandad. Santiago es también Patrono de España y de Galicia.

Pero además, como señaló Pieper, entre los cristianos es una imagen muy querida la del hombre como "peregrino en la tierra hacia la vida eterna". Pertenece a los fundamentos de la humana existencia cristiana, pues el concepto de status viatoris es uno de los conceptos fundamentales de toda teoría cristiana de la vida.

Viator quiere decir el que está en camino, y status viatoris, el estado del ser que está en camino. El concepto opuesto correspondiente es el status comprehensoris. Quien ha logrado no es ya viator sino comprehensor. Este concepto está tomado de San Pablo: "Hermanos yo no creo haber logrado (comprehendisse) aún el fin" (Epístola a los Filipenses, 3, 13). Estar en camino, ser viator, quiere decir caminar hacia la felicidad; haber alcanzado, ser comprehensor, quiere decir poseer la felicidad (cfr. 3,15,10). Con la palabra felicidad, sin embargo, se entiende ante todo la plenitud objetiva en el orden del ser, y sólo en segundo lugar la respuesta subjetiva a esa plenitud. Y dicha plenitud es la visión beatífica de Dios. En este sentido, el peregrino, bajo la cruz de Cristo, con los ojos cerrados en profunda meditación, parece prefigurar ese estado.

Imagen de la entrada "Moral sexual y evangelización": La Virgen de los Lirios de W. Bouguereau. Este autor pese a tener un gran éxito en su época fue después pasando al olvido ya que se consideró su trabajo demasiado académico frente a los pintores impresionistas. Sin embargo su fuerte religiosidad impregna sus imágenes de una vigorosa energía que las hace próximas, cercanas al espectador. La Virgen de los Lirios entronca con los modelos iconográficos clásicos ya que a menudo se representa a María en el arte cristiano con el lirio blanco símbolo de la pureza perpetua, castidad y gracia que se le entregó en la Anunciación.


Virgen de los Lirios Quería continuar hoy con los temas que tenía pendientes pero una noticia y un comentario me han hecho reflexionar.

La noticia está
aquí. El Ministerio de Educación del Gobierno de España mediante una polémica asignatura denominada Educación para la Ciudadanía continúa intentando difundir entre los escolares españoles una visión de la sexualidad totalmente desprovista de sentido trascendente, en la que lo único que prima es la búsqueda de placer y los únicos límites los ponen las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, con el recurso en última instancia de poder acudir a cualquier método abortivo para solucionar esta última eventualidad.

El comentario que he leído en un blog ponía de relieve que en ocasiones los cristianos en muchos asuntos podemos sentirnos abrumados por la enorme diferencia que separa nuestras creencias y las del resto de la sociedad, en especial en asuntos de moral sexual.

Sin embargo a lo largo de la historia se han producido situaciones similares. El ejemplo más palmario es el de Roma donde el variado catálogo de perversiones sexuales no le andaba a la zaga a lo que podemos encontrar en la actualidad. Y sin embargo gracias al testimonio de los creyentes acabó imponiéndose una visión cristiana de la sexualidad.

Otro ejemplo lo encontramos en la España anterior al Concilio de Trento. Pese a lo que pudiera parecer, aun siendo una época marcada por creencias religiosas sinceras, se daban muchas situaciones de desórdenes en esta materia. Según varios historiadores los nacimientos fuera del matrimonio en esa época eran de alrededor del 10 por ciento del total, dándose cifras más elevadas en algunas ciudades como Salamanca, donde en parroquias cercanas a la Universidad podían llegar hasta el 60 por ciento. Pero llama más la atención el hecho de que a lo largo de todos los reinos, de Sevilla a Compostela, de Burgos a Barcelona, hombres y mujeres se resistían a admitir que la simple fornicación -que solo implicaba a solteros - fuese pecado. Podía en el peor de los casos ser un pecado venial pero en ningún caso mortal. Se mantenían opiniones como la de que, no siendo Cuaresma, tener relaciones con los hombres no era pecado y no hacía falta vivir la castidad; o que no era pecado ir a un burdel y fornicar siempre que se le pagase a la prostituta, o la de quienes sostenían que en su país no era pecado el comercio carnal entre solteros. En este caso el progreso cultural fruto de las reformas del concilio favoreció la profundización de la fe y se aceptó como natural la moral sexual definida por los padres conciliares.

Así es que es importante no perder la confianza en Dios y continuar el esfuerzo pese a lo dificultoso que nos pueda parecer. La tarea de la evangelización no puede detenerse.

Imagen: La Virgen de los Lirios de W. Bouguereau. Este autor pese a tener un gran éxito en su época fue después pasando al olvido ya que se consideró su trabajo demasiado académico frente a los pintores impresionistas. Sin embargo su fuerte religiosidad impregna sus imágenes de una vigorosa energía que las hace próximas, cercanas al espectador. La Virgen de los Lirios entronca con los modelos iconográficos clásicos ya que a menudo se representa a María en el arte cristiano con el lirio blanco símbolo de la pureza perpetua, castidad y gracia que se le entregó en la Anunciación.