Ahondando en la entrada anterior



Reflexionando sobre la idea manifestada por monseñor Munilla reparé en que la frase de Gandhi bien podría atribuirse a cualquier filósofo griego o romano. De Epícteto a Marco Aurelio pasando por Séneca, la sentencia rezuma sabiduría clásica. He de confesar mi predilección por algunos de los sabios griegos y romanos. Resulta impresionante el legado de comprensión del ser humano que nos legaron. Y también lo perfectamente que se asentó sobre ese conocimiento la fe cristiana. La filosofía griega y romana elaboró muchos de los conceptos esenciales que fueron luego necesarios para sostener la moral cristiana. Pero para no caer en un moralismo vacío era imprescindible la revelación de un Dios Salvador, y la respuesta libre del hombre al Dios que nos entregó a su hijo por Amor. Sin Fe, sin Esperanza, sin Caridad, incluso la vida virtuosa es un perfeccionismo duro y en el fondo huero.


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